martes, 1 de julio de 2014

BURGA MAS QUE UN SINVERGUENZA

"Cada vez que veo las caras de fantásticos de Pizarro, Farfán y Vargas en esos carteles tengo náuseas y ganas de arrancarlos".


Por : Milagros Leiva Gálvez
La sonrisita nerviosa de Claudio Pizarro antes de viajar a Alemania deseando lo mejor a la selección me dejó indignada. Un capitán nunca abandona a su equipo, pero bueno Pizarro jamás entenderá lo que eso significa. La supuesta intoxicación con mariscos de Farfán lo dejó como una falsa estrella. Lo estimaba e incluso hacía barra por él, pero ahora quiere hacerme creer que no sabe cuidarse, ni comer puede en nuestro país. Que no moje que no hay quien planche. Y lo mismo el loco Vargas, si antes lo admiraba por picón y luchador ahora lo critico por "hombre ligero y distraído"...¿Tan difícil es concentrarse para jugar por el Perú? En todo esto pensaba mientras escuchaba al narrador del partido. ¿Qué puede hacer un talentoso delantero como Paolo Guerrero con un equipo que nunca antes jugó con la misma alineación? Nada. Solo luchar, picarse y llorar de impotencia.

Este domingo no almorcé. Se me fue el hambre. Tampoco tuve sed. Hasta la llamadita por teléfono de Markarián en el banco de suplentes me cayó mal. Y les juro que cada vez que veo las caras de fantásticos que ponen Pizarro, Farfán y Vargas en esos enormes carteles publicitarios tengo náuseas y ganas de arrancarlos. Por mí que se queden "lesionados" e "intoxicados" y que nunca más vistan la camiseta de la selección. No lo merecen. ¿No pueden dormir temprano y solo comer y beber lo que les manda el doctor?

Pero quien más me irrita y me causa pesadillas es un personaje que si dependiera de mí ya habría sido expulsado del país. Se llama Manuel Burga y es el más cínico de los dirigentes. En Uruguay, Burga pidió calma a un periodista de RPP porque según él "sí existe un proyecto con la selección que pronto anunciará". Que mejor anuncie que en un año más sería miembro vitalicio de la FIFA y que según me cuentan ganaría mínimo cinco mil dólares mensuales por el resto de su vida. Vaya manera de legitimar la mediocridad, vaya manera de jubilarse como millonario usando nuestra camiseta sin conocer el significado de honor.

Por lo demás, me quedan claras tres cosas: el que se hace el loco no es Vargas sino Burga; el que parece mago no es Markarián (ahora dice que el Perú no sabe armar equipo) sino Guerrero que solito vale por once, pero obviamente necesita diez más; y el verdadero capitán del Perú no es Pizarro sino Guerrero (san Paolo para la hinchada), quien no necesita leer mensajes escritos para quererlo más. A ti te creo todo Guerrero, a ti y a la selección que jugó ayer con algo de vergüenza deportiva. A los 'lesionados' y los 'intoxicados' no les cree ni el aguatero de la selección.

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